Según el último informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en España más de 190 mil personas se han dado de alta en la seguridad social en la categoría de autónomo colaborador. Este dato refleja la cantidad de personas que trabajan en negocios familiares, y que realizan sus aportes fiscales a través de esta figura.
Darse de alta como autónomo colaborador tiene ciertas ventajas, y por eso cada vez más personas están interesadas en conocer sobre el tema.
En este artículo te explicamos cuáles son los requisitos para ser autónomo colaborador, y te comentamos qué ventajas y qué obligaciones fiscales tienen quienes trabajan bajo esta figura.
¿Qué es un autónomo colaborador?
La figura del autónomo colaborador se utiliza para definir a las personas que trabajan por cuenta propia, para un familiar directo, que lleva a cabo actividades económicas como autónomo titular. Esta categoría permite que las personas participen de un negocio familiar, por ejemplo, sin tener que asumir las mismas obligaciones fiscales que el autónomo titular.
Es importante señalar que para darse de alta como autónomo colaborador, no se puede haber participado de otra actividad económica como autónomo en los últimos cinco años.
La ley que regula las actividades de quienes trabajan bajo la figura de autónomo colaborador es Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, y en ella se definen tanto los requisitos para ser autónomo colaborador como las bonificaciones que recibe y las obligaciones que debe cumplir.
Requisitos para ser autónomo colaborador
Los beneficios de ser autónomo colaborador son muy atractivos, pero no cualquier persona puede darse de alta bajo esta figura, ya que se deben cumplir ciertas condiciones. Para ayudarte a ver qué se necesita para ser autónomo colaborador, te mencionamos cada uno de los requisitos que establece la ley.
Ser familiar directo del autónomo titular
Uno de los requisitos más importantes para ser autónomo colaborador en España es ser familiar directo del autónomo titular. Es decir, se tiene que ser cónyuge, pareja de hecho, descendiente, ascendiente, o pariente por adopción, consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado.
Convivir con el autónomo titular o depender económicamente de él
Además de ser familiar directo del autónomo titular, es necesario cumplir con la condición de convivir con él. No se puede trabajar de una colaboración puntual, sino que se debe tratar de una relación habitual, de la que el colaborador autónomo depende económicamente.
Tener al menos 16 años de edad
Legalmente, está prohibido que los menores de 16 años ejerzan actividades profesionales o económicas, por lo que el autónomo colaborador debe tener al menos esa edad para poder darse de alta.
Los requisitos para ser autónomo colaborador no son muy extensos, solo se debe cumplir con estas condiciones que recién mencionamos, y no haber estado inscrito como autónomo durante los últimos cinco años.
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Beneficios de ser autónomo colaborador
Gestionar el alta como autónomo colaborador tiene ciertas ventajas, sobre todo, porque gracias al sistema de bonificaciones establecido para esta figura, las cotizaciones a la seguridad social son más económicas que las de un autónomo.
De igual manera, hay que destacar, para quienes se preguntan qué derechos tiene un autónomo colaborador, que aunque el autónomo colaborador hace aportes menores, recibe las mismas prestaciones que cualquier otro autónomo.
Esto último significa que, si la persona cotizó durante al menos 12 meses dentro del Régimen de Autónomos, también tiene derecho a las prestaciones por cese de actividad o incapacidad temporal, por ejemplo.
Cuota de autónomo colaborador
Los autónomos colaboradores pagan cuotas mensuales a la seguridad social, tomando como referencia una base de cotización mínima de 1.000 euros. Esto implica que el monto mínimo que deben pagar por sus aportes es de 306 euros por mes.
Un punto importante respecto a estas cuotas, es que el pago no lo realiza el autónomo colaborador, sino el autónomo titular del negocio o la actividad económica. En estos casos, además, no se aplica el beneficio de la tarifa plana durante el primer año, sino que se utilizan otras bonificaciones para reducir el monto a pagar.
Bonificación del autónomo colaborador
Como recién mencionamos, un autónomo colaborador puede acceder a algunas bonificaciones en las cuotas a la seguridad social, lo que puede representar un beneficio importante para quienes recién se están dando de alta.
Estas son algunas de las bonificaciones que vale la pena tomar en cuenta si quieres darte de alta como autónomo colaborador:
- Bonificación del 50% de la cuota de autónomo durante los primeros 18 meses. Es decir, quienes recién se dan de alta, solo tienen que pagar 153 euros durante el primer año y medio.
- Bonificación del 25% de la cuota durante los siguientes 6 meses. Es decir, pagan 229,50 euros del mes 19 al mes 24.
- Exención de las declaraciones y liquidaciones de IVA e IRPF.
Asimismo, el autónomo titular puede recibir una bonificación del 100% de la cuota empresarial durante 12 meses, si se realiza una contratación a tiempo indefinido.
Obligaciones de un autónomo colaborador
El autónomo colaborador tiene que cumplir con ciertas obligaciones fiscales, como el pago de cuotas a la seguridad social. Además, tiene que estar registrado en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), hacer declaraciones anuales de renta, y pagar algunos impuestos, entre otras cosas.
Pero no solo hay que tomar en cuenta las obligaciones del autónomo colaborador, porque el titular también debe hacer lo propio, y cumplir con:
- El abono de las cuotas del autónomo colaborador a la seguridad social.
- El abono salarial del autónomo colaborador a través de la nómina.
Como beneficio, el titular puede contabilizar las cotizaciones y la nómina como gastos que puede deducir del negocio. Esto es algo que puede ser llamativo para quienes desean reducir la cantidad de dinero que pagan en sus declaraciones de impuestos.
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